Préstamos personales
Los préstamos personales son el producto financiero indicado cuando estás pensando en la adquisición de algún bien de consumo o servicio: coche, viaje, casa, carrera universitaria, etc.
Su particularidad radica en que solo se conceden a personas, no a empresas, y su importe no es demasiado elevado.
Todos podemos necesitar una inyección de efectivo en algún momento. Por eso, si es tu situación ahora mismo, es importante que conozcas y valores tus opciones, para saber lo que más se ajusta a tus necesidades, si es mejor un préstamo o un crédito y cuáles son los mejores préstamos personales disponibles en el mercado.
Cuando te planteas pedir un crédito o un préstamo personal, te asaltan las dudas. El vocabulario financiero no es sencillo y puedes sentirte abrumado por palabras con las que no estás familiarizado.
No obstante, resulta vital que tengas claros algunos conceptos.
¿Quieres un préstamo o un crédito? Puede ser tu primera duda y es fácil confundirse.
Con un crédito dispones de una suma limitada de dinero, a tu conveniencia, según te haga falta. Para que te hagas una idea, es como una cuenta bancaria con un saldo determinado, de la que vas retirando dinero cuando quieras, pero no tienes todo en tu poder.
Puede ser que lo gastes todo o solo una parte. A la hora de devolverlo, solo reintegras lo retirado más el interés correspondiente a esa parte.
En este caso, recibes todo de una vez y, cuando lo devuelves, abonas los intereses correspondientes al total. No importa si, al final, solo te gastas una parte. Por eso, la clave está en saber la suma exacta que necesitas, para ahorrarte pagar de más.
El pago se realiza en las cuotas mensuales que elijas, a las que se suman su correspondiente interés. El plazo máximo lo decide el prestamista, pero tú puedes elegir el mínimo.
También puedes devolver el monto restante antes de tiempo, pero es posible que te penalicen.
Algunas de las principales diferencias entre préstamo y crédito son:
Son cargos específicos por diferentes conceptos. Por ejemplo: cuando solicitas un producto financiero o cuando abonas las cuotas antes de la fecha fijada (amortización). Varían de una entidad a otra.
Un porcentaje fijo, que se aplica sobre el total y se añade al importe de la cuota mensual.
Es el pago de tu deuda, cuando devuelves el dinero que te prestan más los gastos.
Hablamos de una amortización anticipada cuando decides pagar el préstamo antes de la fecha estipulada en el contrato, sin respetar los plazos indicados. Si lo haces, puedes incurrir en un gasto adicional.
Si bien lo normal en este caso es que quieras ahorrarte el pago del interés, la entidad te va a penalizar por ello, por lo que no te va a compensar.
Lo que sí debes hacer es solicitar solo lo que te vaya a hacer falta y elegir muy bien el tiempo.
Lo que te cobra el prestamista por dejarte el dinero o, por decirlo de otra forma, lo que te cuesta que te dejen el dinero.
Son 2: TIN y TAE.
Para calcularlo, suma la comisión y otros gastos al interés nominal, según el tiempo que elijas.
Es lo que te ayuda a distinguir cuál es el mejor préstamo personal y la cifra con la que juegan los distintos prestamistas para parecer más competitivos.
Representa el total de gastos en los que incurres cuando pides el dinero.
No son habituales en los préstamos personales online, pero sí en algunos de los solicitados a entidades tradicionales.
Cuando les pides el dinero, te cobran una suma por estudiar tu solicitud, por firmar el contrato ante notario o por cualquier otra gestión.
Cuando te quieras comprar un vehículo o una casa, por ejemplo, y solo tengas ahorrada una parte del dinero.
Es una situación en la que todas las cifras las tienes claras: lo que te cuesta lo que quieres comprar, el dinero que tienes disponible y lo que te falta.
También tienes que pensarte muy bien el plazo.
Si lo que necesitas es saber a cuánto ascenderá cada mensualidad, puedes plantearte distintos supuestos, utilizando el simulador de préstamos personales que se encuentran en las páginas web de los prestamistas. Así no habrá sorpresas.
Lo normal es hablar de cantidades más o menos grandes: 15000 o 20000 euros, por ejemplo.
Cuando tienes que hacer frente a un imprevisto, pero no sabes con seguridad a cuánto asciende. O cuando quieres disponer de un dinero al que recurrir, por si acaso te surgiera ese imprevisto. Es decir, para tu tranquilidad.
Por tanto, no sabes muy bien cuánto vas a necesitar o cuándo o por cuánto tiempo.
En ese caso, solicitas una suma de dinero, que estará a tu disposición, para que vayas usando lo que necesites.
Su importe es menor que el de un préstamo, dependiendo de la entidad y pudiendo llegar hasta los 6000 euros.
La cantidad que puedes solicitar varía según la entidad que te lo preste, pero suelen ser por importes de entre 1000 y 50000 euros. Con esa suma de dinero, más lo que puedas tener ahorrado, son varios los caprichos que te puedes permitir o necesidades que cubrir.
Es uno de los motivos más habituales, tanto si quieres estudiar un Grado o un Máster en alguna universidad española o marcharte al extranjero.
Son préstamos personales que pueden cambiar tu futuro laboral o el de tus hijos.
¿Necesitas un coche nuevo, pero no tienes el dinero suficiente? ¿Se te acaba de estropear el que tienes y el seguro no te cubre su reparación? Si es así, no lo dudes y solicita el dinero para hacer frente a este imprevisto.
También suelen ser motivos habituales solucionar esos pequeños problemas estéticos o de salud que no pueden esperar o que no quieres posponer.
Para comprarte un piso lo habitual es pedir una hipoteca, pero, si solo te falta una pequeña cantidad, también puedes recurrir a un préstamo.
Esto resulta más evidente cuando lo que te estás planteando es reformar tu actual vivienda, puesto que necesitas menos dinero y está dentro de los límites de cualquier entidad financiera online o tradicional.
¿Sueñas con cogerte unas vacaciones, pero no te lo puedes permitir? Ahora, sí. Gracias a los préstamos personales, ya puedes irte a desconectar unos días a cualquier lugar del mundo que desees.
Los gastos urgentes inesperados siempre suelen presentarse en el momento más inapropiado.
Cuando te veas en esa situación, piensa que puedes recurrir a los préstamos personales para sacarte de un apuro.
Tanto si estás en una lista de morosos como si tu historial crediticio es impecable, cuando solicitas tu préstamo debes entregar la siguiente documentación:
Algunos prestamistas también te solicitan tu contrato de alquiler o escritura de tu vivienda y una declaración de bienes.
Los más habituales son:
Para calcularlos, puedes acudir a los simuladores de los prestamistas, como puedes ver en la web de Cofidis.
También puedes consultar la tabla comparativa, para saber el porcentaje que estipula cada entidad.
Son la diferencia entre la cantidad que solicitas y el total que tienes que pagar.
¿Qué banco es mejor para pedir un préstamo personal?
Aquel que mejor se adapte a tus necesidades.
La oferta es muy amplia y cada uno ofrece sus condiciones. Debes elegir el que más te convenga, según el importe que vayas a solicitar, el TAE que te pida y el resto de cláusulas.
¿Cuál es el mejor lugar para pedir un préstamo?
Lo mejor es utilizar una comparativa de préstamos personales elaborada por un comparador experto.
Un ejemplo es la tabla comparativa puedes ver la financiera que ofrece mejores condiciones, según lo que estés buscando (cantidades más altas, TAE más bajo, plazos más amplios, etc.).
¿Cuánto se paga por un préstamo de 20.000 euros?
Depende de cada entidad y del porcentaje de interés que aplique.
En la tabla comparativa puedes ver los gastos que te pide cada una. Suele venir determinado por el periodo de devolución: cuanto mayor sea, más interés pagas.
¿Quién da los préstamos más baratos?
El TAE es lo que determina que un préstamo es más barato que otro.
Para ver cuál es el mejor, puedes consultar la tabla que aparece en este artículo.