Tarjetas de crédito sin cambiar de banco
Las tarjetas de crédito sin cambiar de banco cumplen la misma funcionalidad que una tarjeta de crédito, con la ventaja de que no te obliga a pertenecer a esa entidad.
Imagina que te gusta tu banco, pero ves que existe otra financiera que ofrece tarjetas de crédito con unas condiciones mucho mejores que las que te ofrecen a ti por la que tienes ahora.
¿Qué haces? Puedes cambiarte al otro banco, pero es un follón. Por otro lado, si te quedas, estarás pagando de más por el mismo producto.
Por eso, surgen las tarjetas de crédito online sin cambiar de banco. Te permiten utilizarlas, aunque no seas cliente y seguir con tu banco como hasta ahora.
Te explicamos en qué consisten, los distintos tipos, sus condiciones y ventajas, la oferta que existe en el mercado actual, para que elijas la que mejor te convenga y te beneficies de todas las posibilidades que ofrecen.
Son medios de pago que te ofrece un banco, para que puedas realizar compras, reservar online, pagar en restaurantes y hoteles, etc. sin necesidad de llevar efectivo encima.
Existen varias opciones y la diferencia principal radica en la forma de pago:
Cada entidad financiera tiene acuerdos con distintas empresas emisoras de las tarjetas (como Visa, MasterCard, 4B, etc.). Además, dentro de cada una, puede ofrecerte diferentes opciones.
En los últimos años han surgido también las tarjetas de prepago, especiales para tus compras por internet o como dinero de emergencia para tus hijos cuando salen de casa.
Además de poder conseguir tarjetas de crédito sin cambiar de banco, también puedes tener tarjetas prepago.
Ambas te permiten la opción de disfrutar de sus ventajas, sin tener que hacerte cliente de la entidad que las emite o domiciliar tu nómina.
Puedes tener una tarjeta de crédito sin pertenecer al banco y continuar en el que estás ahora, sea el que sea. No tendrás más gastos por ello.
Además, tampoco te van a pedir demasiado papeleo para conseguirte tu nueva tarjeta. Son muy fáciles de conseguir, la oferta es muy amplia, puedes contratarla online y la recibes en pocos días.
Por lo que respecta a los usos, pago, ventajas, gastos, etc. este tipo de tarjetas de crédito son como cualquier otra similar que puedas obtener en tu propia entidad.
La única diferencia es la que te hemos explicado en el punto anterior: son tarjetas de crédito sin cuenta bancaria en la entidad a la que se la solicitas. Nada te vincula a ella, ya que las puedes pagar desde tu banco.
Los requisitos para conseguir tarjetas de crédito sin cambiar de banco varían de una financiera a otra. En principio, los más habituales son:
Como ves, no es posible conseguir tarjetas de crédito sin cambiar de banco con ASNEF. A fin de cuentas, lo que vas a solicitar es una línea de crédito. Es decir, un dinero que te van a adelantar y que luego vas a ir pagando en unas semanas o fraccionando en varias cuotas la devolución. Por tanto, vas a incurrir en una deuda y esto no te lo van a permitir si saben que tu historial crediticio no está limpio y que ya debes a otros acreedores.
De hecho, aquí, hoy por hoy, no es posible conseguir tarjetas de crédito con ASNEF.
No ocurre lo mismo con las tarjetas de prepago, ya que estas no suponen ningún riesgo para la entidad con la que las contratas. Para poder utilizarlas tienes que cargarlas con el dinero que tengas disponible y el banco no te adelanta nada.
El procedimiento para solicitar una tarjeta de crédito es el mismo que para cualquier otro producto financiero, como un préstamo, por ejemplo.
Puedes hacerlo de la forma tradicional, acudiendo en persona al banco, con los inconvenientes que eso conlleva. Además, si no te gusta lo que te ofrecen, tendrás que ir a otro a preguntar.
Luego, te piden una documentación, que tienes que ir a casa a buscar y acudir de nuevo a la entidad para presentarla.
Después, proceden a estudiar tu solicitud, que tarda bastante.
Por eso, lo mejor es ahorrar tiempo y realizar las gestiones online.
Cuando buscas tarjetas de crédito online sin cuenta bancaria, puedes analizar las opciones disponibles en los distintos portales especializados o en la tabla que te ofrecemos en este artículo.
En el momento en que veas la que se ajusta más a lo que necesitas y sus condiciones te parecen ventajosas, puedes solicitarla en la web de la emisora. Tan solo tienes que rellenar el formulario que te solicitan, confirmar tu identidad, aportar la documentación necesaria y esperar unos pocos días a que te la envíen a casa.
La información personal que vas a tener que facilitar a la entidad a la que le solicitas tus tarjetas de crédito online sin cambiar de banco son:
La documentación que te van a solicitar está relacionada con los datos que les has indicado en el formulario. Lo habitual es lo siguiente:
Después de que les hayas enviado todo a través de su propia web o por correo electrónico, comienzan con el estudio de tu perfil y tu historial crediticio. Aquí es cuando analizan que no tienes deudas pendientes y que tu porcentaje de endeudamiento no supera el 35%, según tus ingresos y los préstamos o créditos que tengas.
Van a contactar contigo en muy poco tiempo y, a partir de ahí, lo normal es que recibas tu tarjeta en menos de una semana.
Las tarjetas de crédito online sin cambiar de banco siempre van a estar asociadas a una cuenta corriente. Desde ahí es desde donde pagas tu deuda y devuelves el importe de lo gastado.
No importa que esa cuenta no esté en la entidad financiera que te concede la tarjeta.
Por eso, cuando realizas la solicitud, te piden tu número de cuenta. Cuando te preparan el contrato y te abren el crédito de tu tarjeta, te lo asocian a tu cuenta en el otro banco.
Existen dos tipos de tarjetas de crédito sin cambiar de banco:
Las tarjetas prepago o monedero son un producto que carece de riesgos y, por eso, es fácil que te la concedan sin cambiar de banco y sin que tengas que contratar una cuenta o domiciliar tu nómina con esa entidad.
Funcionan del mismo modo que un móvil de prepago. Así que, para utilizarlas, tan solo tienes que cargar saldo en forma de una cantidad de metálico desde tu cuenta corriente. Cuando lo hagas, ya puedes realizar tus compras online o en tiendas físicas.
Puedes ir incrementando su saldo cuando quieras. En el momento en el que llegues a cero, ya no te será posible seguir comprando, porque no admite pagos a crédito.
En el caso de prepago, no hay crédito alguno, por lo que se abona según vayas gastando. En el caso de las tarjetas de crédito, el pago es como cualquiera otra de esa clase.
Por lo que respecta a las tarjetas prepago, como funcionan cargando saldo, el gasto lo realizas en el momento en que retiras el dinero de tu cuenta. Después, ya no tienes más gastos por utilizarlas.
Por lo que respecta a las tarjetas de crédito sin cambiar de banco, los métodos de pago son los mismos que los de las tarjetas de crédito de tu propia entidad:
Las diferencias principales entre tarjetas de crédito y tarjetas de débito radican en la forma de pago, tal y como puedes ver.
Las tarjetas de crédito son un medio de pago y un método de financiación. Te permiten disponer de una línea de crédito que se renueva cada mes, con un límite máximo, que puedes gastar en su totalidad o solo según te vaya haciendo falta.
El dinero que gastas no es tuyo, sino un crédito que te concede la entidad bancaria y que tienes que devolver con posterioridad.
Con ella, puedes efectuar los mismos pagos y compras que con una tarjeta de débito, con la ventaja de que el cargo no se realiza en tu cuenta en ese mismo momento, sino a finales de ese mes o principios del mes siguiente. Por tanto, los puedes financiar, aunque no dispongas de saldo suficiente en tu cuenta bancaria en el momento de efectuar esa compra.
Una tarjeta de débito es un medio de pago. Su ventaja radica en que puedes salir de casa y realizar las compras que necesites sin tener que llevar dinero en efectivo encima.
El pago se realiza en el mismo momento de la compra, retirando el efectivo de tu cuenta corriente. Por tanto, no existe financiación y tu límite está en la suma de la que dispongas.
La puedes utilizar para realizar pagos de cualquier tipo (reservas, cuentas de restaurantes y hoteles, cine, etc.), para retirar efectivo de un cajero automático y para pagar tus compras online o en tiendas físicas.
Cuando eres cliente de un banco, te sientes bien con ellos, pero su oferta de tarjetas no te convence, lo mejor es que solicites tus tarjetas de crédito sin cambiar de banco.
La oferta es enorme. Por eso, lo mejor que puedes hacer es estudiarla con atención en la tabla comparativa que te mostramos en este artículo.
Analiza cada producto y, a partir de ahí, elige la que mejor se ajuste a tus necesidades.
Algunas de tus mejores opciones sin cambiar de banco son:
Con las tarjetas de crédito, por su doble sentido de medio de pago y financiación, tienes una serie de ventajas que puedes disfrutar.
Con las tarjetas de crédito online sin cambiar de banco tienes esas mismas y, además:
Cuando veas publicidad sobre tarjetas de crédito gratis sin cambiar de banco, es posible que haya algún truco o que no esté todo bien explicado en detalle.
Por ejemplo, puede ser que el banco no te vaya a cobrar la comisión de emisión y renovación, pero es difícil que no te cobre intereses por aplazar tus compras.
Es habitual que te dejen ahorrarte los intereses en la opción de pago único, a fin de mes. Como devuelves tu deuda en un solo pago, en la primera oportunidad que te dan, te lo facilitan no cobrándote los intereses.
Sin embargo, en el momento en que decides fraccionar el pago (ya sea con una cuota fija o aplazando el pago de una de tus compras), para ellos les supone aumentar el riesgo. Es decir, no solo te dejan la línea de crédito para que la uses, sino que vas a tardar mucho tiempo en devolverles tu deuda.
¿Cuál es la mejor tarjeta sin cambiar de banco?
Puedes elegir cualquiera de la tabla comparativa que te presentamos. WiZink, con sus tres modalidades, se presenta como una buena opción de tarjetas de crédito sin cambiar de banco.
¿Cómo solicitar una tarjeta de crédito sin cambiar de banco?
Una vez que has comparado las opciones disponibles y elegido la que quieres, entra en la página web del banco y rellena su formulario. Cuando envías tu documentación, te contactan para decirte si te la conceden y luego te la envían a casa en unos días.