Tarjeta de crédito para jóvenes
La tarjeta de crédito para jóvenes está indicada para los menores de entre 18 y 30 años que deseen disponer de las ventajas de este medio de pago.
Puedes solicitar también una tarjeta de crédito para tu hijo menor de edad, desde los 14 años. Así estás tranquila, sabiendo que tiene siempre dinero en caso de alguna emergencia y, además, le enseñas a administrarse y gestionar su economía para el día de mañana. Incluso puedes premiarle si lo hace bien y gasta de forma responsable.
A continuación, te enseñamos todo lo que debes saber sobre la tarjeta de crédito infantil y para jóvenes, qué opciones tienes a la hora de elegir la primera tarjeta de crédito para tus hijos, sus usos más habituales y las ventajas de este medio de pago.
La primera tarjeta de crédito para tus hijos menores de 30 años se caracteriza por:
La tarjeta de crédito para jóvenes (entre 18 y 30 años) y para menores de edad es gratuita y suele ir asociada a una cuenta corriente. Ofrece ventajas especiales para este colectivo y les permite adquirir su primera experiencia con las finanzas, para que puedan controlar el gasto que llevan a cabo cada día y de forma mensual.
Cuando tienes hijos y te planteas darles un poco de libertad económica y que se ajusten a unos gastos, es normal que te preguntes a qué edad se puede tener tarjeta de crédito.
En ese caso, debes saber que la tarjeta de crédito infantil está disponible para mayores de 14 años. Desde entonces, y hasta que sean mayores de edad, tú eres quien gestiona tanto la tarjeta como la cuenta asociada, en caso de que la tenga.
Lo más habitual es que sea una tarjeta prepago o monedero, por lo que puedes recargarla en cualquier momento, aunque los chicos estén fuera de casa. Así te aseguras de que no van a tener ningún problema en caso de emergencia.
La tarjeta de crédito infantil, ideada para los más pequeños de la casa, tiene varias modalidades.
Estas son tus opciones a la hora de contratar una tarjeta de crédito para jóvenes:
Con el tiempo, cuando se hacen mayores de edad, puedes cambiarlas, para que no estén vinculadas a tu cuenta corriente.
La tarjeta para menores de edad debe estar vigilada y gestionada por un adulto, ya sean los padres o los tutores del niño. En el caso de los padres, es suficiente con que uno de ellos se haga cargo de la contratación.
El menor no puede firmar el contrato, porque no tiene capacidad legal ni es responsable de nada.
Cuando vayas a contratar la tarjeta de crédito infantil para tus hijos, tanto si lo haces de forma presencial en el banco, como si la solicitas online, necesitas unos documentos.
Para que puedas estar prevenida y los tengas preparados, debes saber que te van a pedir lo siguiente:
No deja de ser una tarjeta, un medio de pago, por tanto, la tarjeta de crédito para jóvenes tiene los mismos usos que la de los adultos:
No obstante, tiene algunas restricciones respecto al resto de tarjetas, por tratarse de usuarios menores de edad, que aún están siendo educados en el sentido de la responsabilidad y aprendiendo a manejar sus finanzas. Hablaremos de ellas en profundidad en otro punto de este artículo.
Como sabes, para que tus hijos puedan utilizar sus tarjetas de prepago con tranquilidad, debes realizar la recarga por adelantado. Esto lo haces en la web o la app de tu banco o en cajeros automáticos. En ese mismo momento, ya disponen de dinero en la tarjeta.
Lo mejor que puedes hacer antes de contratar la primera tarjeta de crédito para tu hijo es revisar la tabla comparativa que te ofrecemos.
Tu mejor opción es la tarjeta Open Young.
La tarjeta de crédito para jóvenes te ofrece más posibilidades, al ser mayores de edad.
El Banco Santander te ofrece dos opciones de tarjeta para jóvenes.
Con tu cuenta Smart, dispones de tarjeta de débito:
Con tu cuenta Mini, puedes contratar una tarjeta prepago infantil:
Tu tarjeta de crédito para jóvenes BBVA:
La edad es un factor importante a la hora de pensar en una tarjeta de crédito para jóvenes.
Cuando se trata de una tarjeta para menores de edad:
Cuando se trata de jóvenes de entre 18 y 30 años:
En cualquier caso, una vez que hayas contratado una tarjeta para tu hijo, debes tener las precauciones habituales, como haces con la tuya: seguridad con el pin, no perderla de vista en los comercios o restaurantes, estar pendiente de ella para no extraviarla o que no te la roben, etc.
Al tratarse de un colectivo más delicado, la tarjeta de crédito para niños tiene ciertas limitaciones que te permiten protegerle y estar más tranquilo. Así te evitas sorpresas desagradables y tener que pagar una cantidad desorbitada de dinero por alguna irresponsabilidad.
Además, siempre puedes imponerles las restricciones que consideres, como limitar su uso o el importe de sus compras.
Cuando se trata de una tarjeta para menores de 18, no se puede activar el uso de Bizum. Así evitas riesgos de pagos inesperados no necesarios.
Google Pay, Apple Pay, Samsung Pay…. y todas las plataformas de pago más conocidas tienen limitado su uso hasta los 14 o, incluso, los 16 años. No podrán pagar con estos sistemas si no son mayores.
Las transferencias entre cuentas son cosa de adultos. No se pueden realizar hasta los 18.
La idea es que no te encuentres con la desagradable sorpresa de que alguien le engaña para que le done dinero o que ha traspasado su dinero a la cuenta de un amigo.
La tarjeta de crédito para menores te ofrece numerosas ventajas:
Para contratar una tarjeta de crédito para niños debes cumplir con unos requisitos:
¿Qué tarjeta de crédito es mejor para jóvenes?
Cuando quieras contratar una tarjeta de crédito para jóvenes, existen algunas diferencias entre que tu hijo sea mayor de edad o no.
La tarjeta Open Young de Openbank está pensada para menores de 18, no necesitas cambiar de banco y te permite recargar hasta 1000 euros. ¿Tu hijo se marcha al extranjero en viaje de estudios o intercambio? No lo dudes, esta es tu mejor opción.
Cuando ya es mayor de edad, tu hijo tiene varias alternativas para elegir. Por ejemplo:
¿Cómo puede tener mi hijo una tarjeta de crédito con 14 años?
Solicitando alguna tarjeta de crédito infantil, para menores de edad. Ten en cuenta que la contratación y la responsabilidad en su uso corren a cargo del padre, la madre o el tutor del niño y basta con que sea uno el que firme el contrato.
El banco te va a pedir la siguiente documentación: tu DNI, el del menor y una copia del libro de familia.
¿Cuál es la edad mínima para solicitar una tarjeta de crédito?
La tarjeta de crédito para menores está indicada para niños a partir de 14 años. Por supuesto, necesitan tu autorización y control, porque son menores de edad.
Como son un colectivo especial, las tarjetas tienen más limitaciones que las de un adulto, suelen ser de débito o prepago y ofrecen descuentos especiales para ellos.
Cuando llegan a los 18, siguen pudiendo tener tarjetas para menores, hasta que cumplen los 30. En este caso, como ya son adultos, algunas condiciones cambian. Por ejemplo, ya no necesitan autorización, empiezan a tener comisiones y ya no se benefician de promociones y descuentos especiales.
¿Qué es una tarjeta para jóvenes?
Se trata de la primera tarjeta que va a tener tu hijo. Su primer medio de pago, que le va a permitir aprender a manejar dinero, para que esté preparado cuando sea adulto.
La tarjeta de crédito para menores está disponible a partir de los 14 años, suele ser gratuita y lo normal es que vaya asociada a una cuenta corriente.
¿Qué tipos de tarjetas pueden contratar los jóvenes?
Depende de si son mayores o menores de edad.
En el caso de que no hayan cumplido aún los 18, pueden tener la tarjeta Open Young de Openbank. Se trata de una tarjeta de débito.
En el caso de que estén entre los 18 y los 30, pueden contratar la tarjeta Joven Ahora de BBVA o algunas de las tarjetas del Santander especiales para este colectivo, como la Smart o la Mini. Pueden ser tarjetas de crédito, de débito o monedero.
¿Qué ventajas tienen las tarjetas para jóvenes?
La tarjeta de crédito para jóvenes te ofrece grandes ventajas.
Por ejemplo, puedes controlar todo lo que gastan tus hijos y en qué, realizándoles recargas en su tarjeta de prepago, pero limitando el importe máximo de cada compra que hagan o el límite diario de gasto.
También aprenden a manejar sus finanzas, porque saben que solo cuentan con un máximo, que tienen que gestionar. Pueden realizar presupuestos, controlar sus movimientos, saber si han ahorrado con respecto al mes anterior, etc. Es posible revisar todo desde las aplicaciones específicas para menores de las que disponen los bancos.
La mayoría son gratuitas y te ofrecen algún seguro incluido, como protección de viaje, accidentes o fraude, entre otros.
En el caso de los menores de 18, además les dan descuentos en algunas compras de ropa, entradas de cine, artículos de electrónica, viajes, becas, etc.