Encuentra la mejor tarjeta de crédito
¿Cómo sería nuestra vida sin una tarjeta de crédito? Sería difícil acostumbrarnos, porque se ha convertido en un medio de pago imprescindible en nuestro día a día.
Gracias a tu tarjeta de crédito, puedes pasar por el escaparate de un establecimiento sin lamentar no tener suficiente dinero encima para comprarte ese conjunto que tanto te gusta. O puedes comprar entradas online para ese espectáculo que estás deseando ver. O reservar tu hotel para las próximas vacaciones.
Son tantas las posibilidades que resulta más sencillo explicarte lo que no puedes hacer: no puedes esperar más para solicitar tu tarjeta de crédito.
Porque, además, las opciones van aumentando día a día y ahora ya incluso puedes conseguir créditos a través de tus tarjetas.
Así que, si quieres saber los usos más recomendables de este medio de pago, sus características, cómo pedir una tarjeta de crédito, las recomendaciones para evitarte problemas o cuáles son las mejores tarjetas de crédito en España, estás en el lugar adecuado.
Es un pequeño rectángulo de plástico, con una gran utilidad, puesto que te permite disponer de una línea de crédito desde cualquier lugar del mundo en el que te encuentres.
Puedes comprar aquello que deseas en un momento dado, llevarte el artículo a tu casa y disfrutar de un pago aplazado.
Esa es la mayor diferencia con las tarjetas de débito. Con ambas, puedes pagar sin llevar dinero encima. Pero con la de débito te cargan el dinero en el mismo momento de la compra.
Por tanto, imagínate que aún no has cobrado este mes y en tu cuenta solo tienes 500 euros y estás esperando el recibo de la luz y el del agua, que te los van a cargar pronto. Sabes que vas a recibir tu sueldo, pero aún te falta una semana. Estás en una tienda y ves una oferta buenísima, de un televisor que han rebajado ¡solo por un día! Pero cuesta 500 euros.
Si intentas pagar con tu tarjeta de débito, te rechazarán el pago: no tienes dinero suficiente. Sin embargo, con tu tarjeta de crédito no tendrás problema, porque el cargo no te llegará hasta un tiempo después.
Sin embargo, te conviene saber que puedes disfrutar del crédito siempre que no te pases del máximo. Entonces, te preguntarás: “¿Cómo saber el límite de crédito de mi tarjeta?”. Fácil: lo puedes encontrar indicado en el acuerdo que firmaste con la entidad.
Lo mejor para no sobrepasar ese tope es ser consciente de tus gastos. Evitar el descontrol te ayuda a hacerle frente al pago cuando llegue el momento, porque todo el crédito se te cargará de una sola vez.
No obstante, si se te hace complicado pagarlo de golpe, es bueno que sepas que existen alternativas: las tarjetas revolving. Con ellas, puedes fraccionar el pago en cómodas cuotas mensuales, en lugar de devolver todo a mes vencido.
Ahora que sabes qué es, te preguntarás cómo funciona una tarjeta de crédito.
Existen 5 usos fundamentales que le puedes dar a tu tarjeta.
Puedes realizar tus compras en tiendas físicas y online, pagar en restaurantes, hacer reservas, etc.
Para esos casos en los que tienes que realizar un pago, pero no te permiten utilizar tarjeta, puedes sacar de tu crédito el dinero que necesitas en un cajero automático.
El coste de esas compras no te lo van a cargar en cuenta en el acto, por lo que podrás ir distribuyendo tus pagos, hasta que llegues a tu crédito máximo.
En los casos en que estés corto de efectivo en tu cuenta corriente y te veas en un apuro (porque te va a llegar algún recibo, por ejemplo), puedes traspasarte dinero del crédito de tu tarjeta.
Al contratar una tarjeta de crédito se le suele incluir un seguro de robo o accidente, a los que recurrir en caso de que lo necesites.
Siempre debes asegurarte de que tienes la mejor tarjeta, al menor coste y con mayores ventajas.
Para ello, existen varias cosas que debes considerar, antes de plantearte solicitar tu tarjeta de crédito.
Es importante saber de cuánto dinero vas a poder disponer. En algunos casos, es de 1000 euros, mientras que, en otros, es de 2000.
Puede que, con el tiempo, la entidad premie tu fidelidad y te lo suba, pero no lo sabes con antelación. Por eso, lo mejor es elegir una tarjeta de crédito con un máximo adecuado para el uso que le vayas a dar.
Tanto si se trata de una tarjeta de crédito tradicional, como si es revolving, incluyen un interés asociado a su uso.
En función del gasto que tengas al cabo del año, tu entidad te pasará un recibo por los intereses, dentro de unos límites establecidos por el Banco de España para cada mes, pero que varían de una a otra.
En el caso de las compras a plazos, puesto que la financiera arriesga más, el porcentaje aplicado será mayor.
Revísalo bien, porque puede ser el motivo definitivo para elegir una tarjeta u otra.
Son dos:
Disponer de una tarjeta de crédito supone tener que hacer frente a una serie de gastos, como son las comisiones.
Compara bien las ofertas disponibles en el mercado en ese momento, para saber qué comisiones tiene cada tarjeta, si es que tiene.
A veces, para captar clientes, es posible que la entidad decida ofrecer las tarjetas libres de comisiones, bien durante un tiempo determinado o para siempre. O, incluso, que te pida que contrates algún otro producto, a cambio de eliminarlas.
A veces, los bancos, para promocionar el pago con tarjeta, pueden ofrecer descuentos o premios por usarlas a menudo: por comprar determinados productos o en algunos comercios, por ejemplo, te puedes beneficiar de algún tipo de bonificación.
Como esto es algo que varía, debes consultarlo con tu entidad.
Como te hemos comentado, existen algunos seguros que van incluidos al contratar tu tarjeta de crédito.
Puedes comparar las diferentes opciones, para saber qué es lo que te ofrece cada banco y elegir la que más te convenga.
Para poder solicitar una tarjeta de crédito, los bancos te suelen pedir que seas cliente suyo y tengas una cuenta corriente a la que asocies la tarjeta para realizar los pagos.
Sin embargo, existen otras alternativas con las que puedes contratar una tarjeta de crédito como producto único. Esto está muy bien, porque, si resulta que la que te ofrecen es la que mejor se adapta a tus necesidades, pero no perteneces a esa entidad, podrás beneficiarte de ella sin tener que cambiar de banco.
A cambio, tendrás que pagar algo más de intereses, pero te evitas molestias. Si tienes domiciliada tu nómina y tus recibos en tu banco, es engorroso tener que contactar con todos para facilitarles una nueva.
3 son las opciones disponibles:
Con la intención de conseguir clientes y que estos puedan realizar compras de elevado importe de forma sencilla, las grandes cadenas te ofrecen una tarjeta de crédito con ventajas adicionales, como descuentos o cero interés.
En los últimos años, algunas ya te permiten la posibilidad de pagar en establecimientos asociados que no son solo la propia tienda.
Si quieres saber cómo conseguir una tarjeta de crédito, te podemos asegurar que los requisitos que tienes que cumplir son muy básicos:
Cuando hayas comparado la oferta y te hayas decidido por la que más beneficios te dé, existen dos maneras de solicitar tu tarjeta de crédito:
En ambos casos, deberás rellenar un formulario y es posible que tengas que contratar algo más que te ofrezcan.
La pregunta que te harás ahora es: “¿Cuánto se tarda en recibir una tarjeta de crédito?”. Pues, es un proceso muy rápido y la tendrás en tu casa en tan solo unos días.
También conocidas como tarjetas monedero, funcionan como los móviles a los que tienes que ir añadiendo saldo según lo vas gastando.
Resultan muy útiles para el comercio online, ya que puedes cargar en ella solo el valor de lo que vayas a comprar y volver a cargarla en la siguiente compra.
Para añadirles saldo, lo único que tendrás que hacer es acudir a la web o la aplicación de tu banco, seleccionar la tarjeta y decir que quieres cargar dinero. La cantidad que añadas se te retirará de tu cuenta corriente o de tu tarjeta de crédito y lo tendrás disponible en ese mismo momento.
Resulta muy cómodo disponer de tu tarjeta de crédito para comprar algún artículo, irte de vacaciones o pagar en un restaurante. Pero llega un momento en que tienes que saldar la deuda de tu línea de crédito.
Esto lo puedes hacer de dos maneras:
¿Qué recomendaciones puedes seguir a la hora de aplazar el pago de tu tarjeta?:
Al margen de las particularidades que te ofrezca cada entidad, el hecho de tener tarjeta de crédito supone unas ventajas y unas desventajas.
Con una buena planificación y siendo responsable, lo normal es que nunca tengas que enfrentarte a estas malas consecuencias.
La oferta de tarjetas de crédito es enorme. Si no eliges bien, puedes pagar gastos de más de forma innecesaria.
Por eso, lo mejor es que compares todas las opciones, fijándote en los pros y en los contras de cada una.
Una de las variedades de WiZink, con las siguientes características:
Para que veas que aplazar el pago no siempre es sinónimo de gastos.
Pensada para aquellos que necesitan disponer de cantidades elevadas.
Como verás, su principal ventaja es la ampliación de tu crédito hasta 2000 euros adicionales, con unas condiciones de devolución más beneficiosas que las normales de la propia tarjeta.
Cuando ganas dinero por utilizar tu tarjeta de crédito.
No obstante, no todo pueden ser ventajas. En el lado negativo está el hecho de que no acepta ASNEF y tienes que pagar comisiones por hacer transferencias, por usarla en el extranjero y por sacar dinero.
Un producto novedoso, de una entidad de toda la vida, que apuesta por la sostenibilidad. Está fabricada en PVC reciclado y permite usar una versión digital, para que pagues con el móvil.
En su parte negativa, destaca el hecho de que, cuando aplazas el pago, te cobran una comisión del 5% y no acepta ASNEF.
Ideal si te gusta comprar mucho y aplazar tus compras.
Para solicitar esta tarjeta de crédito, necesitas tener una cuenta en Bankinter.
Opencredit premia tu fidelidad y te ayuda con el pago de tus compras.
Como algo imprescindible, te piden que vincules tu tarjeta con la cuenta Nómina Open.
Sus comisiones por sacar dinero en cajeros o si no cumples las condiciones que te piden son elevadas.
Con una tarjeta de crédito, te beneficias de una línea de crédito abierta con una entidad, cuyo pago no abonas hasta el mes siguiente (o más, si lo aplazas).
Esto te supone que no necesitas llevar efectivo cada vez que salgas o que puedas comprar y reservar online cuando te apetezca.
Mientras, la entidad va adelantándote el dinero. Por tanto, lo normal es que, si tú te beneficias, ellos también obtengan algo a cambio.
Si quieres saber cuánto cuesta tener una tarjeta de crédito, estas son las comisiones principales que tendrás que pagar, según límites establecidos por el Banco de España. Todas vienen indicadas en tu contrato y en la web del banco.
En qué consisten:
Es fácil que te puedas ahorrar la comisión de emisión y la de mantenimiento, si cumples algunos requisitos.
En ocasiones, el primer año es gratis.
En España, existen 3 tipos de cajeros (o 3 redes): 4B, Servired y Euro 6000. Los bancos están asociados a alguna de ellas y, en función de eso, cobran sus comisiones:
Además, la comisión puede variar en función del tipo de tarjeta:
Cuando vas a sacar dinero, te dice si la operación tiene comisión. Si no estás de acuerdo, puedes cancelar la operación, utilizar otra tarjeta o acudir a otro cajero.
Además de los intereses por aplazar el pago, este tipo de operaciones tiene asociada una comisión, que dependerá de cada banco.
Te preguntas “¿cómo saber el crédito de mi tarjeta?”. Pues, utilizando un cajero.
Las comisiones siguen los mismos criterios que para retirar dinero: en función de si son cajeros del banco, de su red o de otra red distinta.
El importe es una cantidad fija y puedes rechazar la operación, cuando sepas cuánto te van a cobrar.
En este caso, se aplican 2 distinciones: ¿se trata de un país de la zona euro o utiliza otra divisa?
Si estás en la zona euro, te cobran la misma comisión que en España, pero la más cara: aquella que se usa para los cajeros que no son de la misma red. Además, también será más alta si es crédito que si es débito.
Si estás en otro país:
Esta comisión por cambio de divisa también es aplicable a cualquier pago. El mínimo supera los 2 euros por operación y lo más habitual es el 2,5%.
Cuando te va a llegar algún recibo y necesitas disponer de efectivo en tu cuenta corriente, es posible que puedas transferir parte del crédito de tu tarjeta a tu cuenta.
Sin embargo, esto no es gratuito y tiene una comisión que dependerá de cada entidad.
Para saber cuál es el gasto total que lleva aparejado y cuánto te va a costar tener una tarjeta de crédito, tienes que conocer las comisiones y también los intereses.
Estos varían, según tu tarjeta y la entidad con la que la contrates, por lo que es una de las cosas en las que más te debes fijar antes de solicitarla.
Todos estos intereses deben venir reflejados en el acuerdo que firmes con el banco. Asegúrate de leerlos bien, antes de comprometerte a nada.
No se trata solo de ser responsable con los gastos, controlar tu presupuesto y no pasarte del tope.
Resulta muy cómodo salir de casa sin llevar dinero encima, pero no te puedes olvidar que las tarjetas de crédito son un medio de pago. Debes tomar una serie de medidas, para asegurar que nadie accede a ellas, que no las dejas a la vista y que las tienes siempre controladas.
Además, las nuevas tecnologías nos facilitan mucho la vida, pero también pueden ponerse al servicio de aquel que intenta realizar alguna actividad fraudulenta y hacerse con los datos de tu tarjeta.
A continuación, te presentamos algunas normas de seguridad básicas.
En principio, es obligatoria. Aunque hay muchos comercios que no le prestan atención, por las prisas del momento o porque no son demasiado estrictos, es posible que te rechacen la tarjeta si ven que no está firmada.
Por eso, no es una buena opción dejarla sin firmar. Tampoco poner el mensaje “Pedir DNI” en el lugar reservado para tu firma.
En realidad, ¿qué ganas dejándola sin firmar? No es garantía alguna de seguridad. Así que lo mejor es seguir las normas.
El PIN es un código de 4 dígitos y la manera que tu banco tiene de identificarte, cuando intentas pagar con tu tarjeta de crédito. Al igual que el PIN de tu móvil, la idea es proteger tu tarjeta, para que nadie, salvo tú, pueda utilizarla.
Por eso, debe ser una combinación que puedas recordar, pero complicada para que la adivinen otros.
No resulta inteligente llevarla anotada. De ahí que deba ser fácil de memorizar y que te salga de manera automática cuando la necesites, pero que nadie la pueda relacionar contigo. Por favor, no escojas tu fecha de nacimiento, que es el primer error de muchos.
Siempre tapa tu tarjeta con la mano, para que no se puedan ver los dígitos que marcas. Ten en cuenta que, si alguien averigua tu PIN, es muy fácil poder acceder a tu crédito, incluso sin tu tarjeta física.
Hay gente que dedica muchas horas al día a averiguar la mejor manera de sustraer tarjetas de crédito sin que la persona se dé cuenta. Están preparados para ello. Por eso, en ocasiones, por muchas precauciones que tomes, no se puede evitar.
También puede ser que te despistes y se te caiga del bolsillo o te la olvides en la mesa de un bar.
Cuando te des cuenta de que no la tienes (porque te la han robado o porque la has perdido), mantén la calma. Los nervios son malos consejeros.
Lo mejor es ser previsor y adelantarte a los acontecimientos. Como precaución antes del robo, lleva en tu móvil o donde te sea más cómodo (no donde guardas la tarjeta), el número de teléfono de tu banco o el de la entidad que gestione tus tarjetas. Tanto el nacional, como el de llamadas desde el extranjero.
Así ahorras tiempo en un momento de apuro, en lugar de ponerte a buscar su número en Google, cuando estás con prisas y alterado.
Por ley, es un número gratuito, para usar solo en caso de robo o pérdida. Es decir, que no es el teléfono habitual para hablar con tu banco.
Cuando te veas en la situación de haber perdido tu tarjeta o de que te la hayan quitado, te conviene actuar con rapidez. Lo más importante es intentar que el ladrón no pueda llegar a usarla (o que nadie se sienta tentado de hacerlo, en caso de que la encuentre en algún lugar que se te haya podido caer o hayas perdido tu cartera).
El procedimiento más habitual, en ese momento, es el siguiente:
¿Qué es una tarjeta de crédito?
Un medio de pago que te permite disponer de una línea de crédito para comprar aquello que deseas en un momento dado, llevarte el artículo a tu casa y pagarlo un mes o más después.
¿Cuánto cobran las tarjetas de crédito?
Las entidades te cobran comisiones e intereses por las tarjetas de crédito.
Comisiones:
Intereses:
¿Puedo conseguir dinero gratis con las tarjetas de crédito?
Es posible que tu entidad no te cobre comisiones si cumples algunos requisitos, como contratar más cosas con ellos.
También puedes reducir o eliminar los intereses acogiéndote a la forma de pago más barata.
¿Cuál es la diferencia entre tarjeta de crédito y débito?
Con la tarjeta de débito pagas al momento: cuando haces la compra, te retiran el dinero.
Con la tarjeta de crédito, no pagas hasta dentro de un tiempo (puede ser finales de mes o el mes siguiente, dependiendo de las condiciones que te ofrezca tu entidad).
¿Cuánto tarda en llegar una tarjeta de crédito?
Tras su solicitud en tu oficina física o virtual, la recibirás en tu domicilio en tan solo unos días.
¿Cómo saber el crédito de mi tarjeta?
El máximo viene indicado en el contrato.
Si lo que quieres es averiguar el importe del crédito que aún tienes disponible, puedes hacerlo a través de la web o la aplicación de la financiera.