Préstamos personales y con garantía hipotecaria, ¿qué diferencia hay?
Imagínate, por ejemplo, que necesitas solicitar 70000 euros para hacer un pago o una inversión, pero no quieres comprarte una casa. Es un préstamo personal.
A la hora de solicitarlo al prestamista, te pide un aval, porque estás en ASNEF, por ejemplo. Lo único que posees de tanto valor es tu vivienda. Así que decides ponerla como garante.
En este caso, se trata de financiación con aval hipotecario. Sus condiciones son más parecidas a los préstamos personales que a una hipoteca en cuanto a cuotas, interés, plazo y demás.